Ante el auge de discursos discriminatorios en torno a la realidad migratoria, que tiene graves consecuencias, queremos contribuir a poner fin a esta deriva discursiva clarificando elementos básicos de las migraciones donde las personas están en el centro.
🔸No existe “el efecto llamada”. Estamos en la “era de las migraciones”
🔸No estamos ante una crisis migratoria. Estamos ante una crisis humanitaria y de derechos humanos
🔸Ninguna persona quiere poner en peligro su vida, se ven obligadas a hacerlo por la falta de vías regulares y seguras.
🔸Devoluciones de personas en frontera y los retornos forzosos son graves violaciones de DDHH
🔸Los acuerdos con terceros países basados en mercantilización de las personas o en externalización de las fronteras imponen limitaciones a la movilidad de las personas
🔸El Estado español tiene obligación de acoger y proteger a las personas que se han visto forzadas a abandonar su país, sin discriminación alguna, con independencia del país de origen
🔸La condición de la infancia debe prevalecer sobre la condición administrativa en la protección de los niños y niñas extranjeros que llegan solos a España
🔸Representar las migraciones como un problema de seguridad responde a intereses particulares que buscan legitimar propuestas partidistas racistas y xenófobas
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